Composición basada en una imagen de Pinterest |
¡ Para qué echar la vista atrás! , las consecuencias pueden ser más difíciles y horrorosas de lo que piensas. Imagínate que tú estás tan tranquilo con tus rutinas, con tus miedos, con tus inseguridades, pero en definitiva, tan tranquilo y agusto. Algo así como estar parado ante un semáforo en rojo. Con el motor de tu coche en marcha. Con la palanca de cambios en la posición cero, mientras que el sonido machacón de la radio anuncia un nuevo jabón que promete desintoxicar el medio ambiente con los componentes Biosaludables y exento de componentes químicos. Vamos , intentando venderte la burra, cuando todos sabemos que el único jabón que no daña al medio ambiente, es aquel que inventaron nuestros milenarios antepasados . Ese que hacían simplemente con grasa de cerdo , sal común, carbón, ceniza, tiza . etc todos ellos ingredientes naturales y de ningún modo nocivos para el medio ambiente.
¡ Pues eso !, yo, tan tranquilo.
Hace dos semanas, definitivamente, decidí no echar , nunca más, la vista atrás en mi vida. Ese día , un lunes, , había sido un día de perros ,hablando en términos climatológicos. Se pasó todo el día lloviendo, tronando, granizando, las gotas de lluvia chocaban contra los cristales de las ventanas, con tal fuerza que Lula mi preciosa perrita, de una raza canina indefinida, estuvo esperándome- como hace habitualmente- , durante la mayoría de la mañana y de la tarde, acurrucada en un rincón del salón muy cerca de la chimenea , la cual en realidad solamente sirve de adorno pero que da al salón un toque de gran distinción, Imagínense ustedes a Lula tumbada sobre la alfombra tupida , traída en uno de mis viajes del Japón, tejida con los mejores lanas por expertas manos artesanas, con el bellísimo resultado de parecer estar tumbado sobre un campo repleto de multitud de flores en las que priman esas flores exuberantes que son los nenúfares.
Pero no queda aquí toda la cosa del asunto. Lula que como ya he comentado es muy lista; me había estado esperando. Al escuchar el ruido que hice al abrir la puerta de entrada al piso,y ya traspasado el umbral , con mis pies despidiéndose de la rutina diaria, del asfalto, de la polución, de los ruidos inconexos de muchas personas , entonces la vi , la muy ladina, reflejada en el espejo del living. Se puso patas arribas con el lomo peludo sobre la alfombra, con la cabeza ladeada en la posición dirigida hacia el pasillo. mientras que yo , ya con los pies descalzados, continuaba viéndola.
Después de despojarme del sombrero , de la ropa , y de los calcetines- una tarea nada sencilla, porque estamos en invierno lo que significa que hace frío y mal tiempo, y con ello todas las cosas se complican. Por la mañana con el hecho de vestirse y por las noches por el hecho de desvestirse; algo así como ir deshojando una alcachofa. Hasta que solamente queda el culo de esa verdura que al fin y al cabo es simplemente una variedad no espinosa del cardo salvaje. Ja, ja, ja , al final ,mirándome en el espejo de la entrada en el living, ya despojado de todo , lo que ví es eso, simplemente como si fuera una aparición, mi aspecto de cardo salvaje.
Estaba yo filosofando sobre las verduras, los cardos borriqueros, los cardos salvajes, cuando mi querida Lula, con paso lento pero seguro, avanzó hacia mí ,sosteniendo con sus dientes caninos y humedeciendo con sus babas, mis zapatillas de estar en casa. La miré y no me quedó ninguna duda, el nombre Lula la va que ni pintado. Un nombre de reminiscencias árabes, y que en el idioma portugués y traducido al español significa calamar. Y es que mi Lula es como un calamar. Te atrapa con sus invisibles tentáculos de cariño y amor. Y es tan agradecida, te lame, con delicadeza, se arrima a tu cuerpo solicitando compañía, comprensión, y yo la dejo hacer. Ella no habla, pero ladra bajito, me camela, ronronea como un gatito, se enfada y muestra los dientes, sonríe como solo ella sabe hacerlo, y me mira con esos ojos que son como dos platos redondos , de un color entre verde y azul topacio. Mi Lula es una maga, que se burla de la oscuridad y de los ruidos nocturnos sospechosos. Ella, mi perrita, es muy inteligente y además no deja entrever que se siente asustada. Se acomoda de tal modo, que su cuerpo perruno lanza estímulos de positividad. Cuando por las noches ella siente que tengo frío se sube a mi cama e introduciéndose entre las sábanas se acerca a mí y yo a ella, convirtiéndonos los dos en una especie de pelota acogedora. Y así, juntos, ambos conciliamos el sueño al calor del amor mutuo. Cuidándonos el uno al otro, día tras día, noche tras noche.
Y aquella noche, hace dos semanas, me desperté sobresaltado, llorando, empapado en sudor. De pronto , recordé el sueño que había tenido. Me recordó a mi otro yo, que siempre ha formado parte de mi y al que siempre he dejado de lado. El sueño me recordó lo que yo siempre quise ser. Sí , yo siempre quise ser, simplemente , un labrador. Cultivar la tierra. Formar una familia. Tener hijos a los que poder abrazar y una compañera con la que poder compartir mis penas y mis alegrías. Tumbarme sobre los verdes campos en las primaveras. Dedicar tiempo en época de verano. a contemplar el movimiento giratorio de los girasoles al compás del sol, Correr a través de los trigales retando a mi familia a ganar la carrera. Observar el destello de las estrellas lejanas , tan cercanas y a la vez intocables. En invierno sentados alrededor de una chimenea encendida, contando cuentos a mis hijos hasta que el sopor previo al profundo sueño les hiciera aligerar sus párpados, elevando mi tono de voz para que se mantuvieran despiertos hasta el final del cuento. Y finalmente poderles desearles un buenas noches acompañados de besos y caricias llenas de infinita ternura. Todo ello rodeados de plena naturaleza, despertándonos con el canto del gallo y sumergiéndonos en el mundo de los sueños teniendo como fondo musical , a modo de una nana, el canto de los búhos y el sonido de las hojas de los árboles meciéndose al ritmo del viento.
Yo al recordar el sueño, en el que me veía como siempre hubiera querido ser; nada que ver con la vida que llevo; me entró un agobio y un total rechazo a mis costumbres. Al trabajo. A mis rutinas diarias de ir y venir como un robot. A no tener el tiempo necesario para ratos de ocio. De tener que pagar los plazos pendientes del crédito para el piso en el que en realidad solamente estoy en el, para dormir y desayunar. Siempre estar pendiente de las facturas por pagar. De las averías del coche. De la ropa, siempre procurando estar a la moda. De los zapatos de marca. De comer tomates que no saben a nada. y, y, y…
Lula se movía inquieta , sobre la cama, a mi alrededor. Pero eso sí , sin perder su carácter canino, individualista, decidido, independiente, activo. Llevamos tantos años juntos, que es el ser vivo que mejor me conoce. Unidos por un vínculo muy fuerte, el de la fidelidad.
Lula , bajándose del colchón, se dirigió hacia la cómoda del dormitorio. Un mueble de estilo años ochenta, pertenecía a mi dormitorio en la casa de mis padres. Nunca quise deshacerme de él. Mi perrita comenzó a dar saltos. Con su pata derecha golpeaba el segundo cajón cerrado de la cómoda. A pesar de mi desánimo, recordé que los perros tienen algo así como un sexto sentido , Lula estaba sugiriendo que abriera el cajón, por lo que yo también descendí de la cama dirigiéndome hacia la cómoda, para abrir el cajón que Lula me indicaba. Hacía muchísimo tiempo que no lo hacía. Yo lo llamo el cajón de los recuerdos.
Y ahí estaba mi diario. Le abrí. Inicié su lectura en la que se reflejaba la trayectoria de mi vida desde que tuve uso de razón hasta cumplir los 20 años. Mis experiencias de juventud, mis estudios, las casualidades, los viajes, las amistades, las buenas y malas compañías, mis padres, mis abuelos, todo eso que conforma tu destino., y que no siempre es el que uno hubiera deseado tener. Pero eso es lo que hay. Todo sucede porque así tiene que suceder. No nos queda otra. La vida nos lleva por donde ella quiere, por más que nosotros queramos impedirlo.
Yo me tranquilicé. Regresé a la cama, todavía con el diario abierto, sosteniéndolo entre mis manos. Lula de un salto se tumbó a mi lado. Ella me miraba fijamente. Yo la miraba a ella mientras que unas preguntas se estaban forjando en mi pensamiento. ¿ Sería que ya había iniciado ese proceso de hacerme mayor; esa transformación de la que hablaba mi padre la cual sucede a una determinada edad, siendo consciente de que tu futuro se va acortando, iniciándose un litigio entre el tiempo de duración de la existencia terrenal y uno mismo, y de repente en tu mente regresan , se despiertan los recuerdos?.
Lula, ¿a ti que te parece?. ¿ Crees tú que ya me ha llegado esa edad de la que mi padre me puso sobre aviso? Si piensas que sí, ladra una vez; si por el contrario es un no, ladra todas las veces que desees. ¿ Me has entendido?, le pregunté a mi perrita como si ella fuera un ser humano.
Y ese ser vivo, al que tanto quiero , comenzó a mover su cola, de izquierda a derecha; e inició una serie de ladridos con una intensidad a modo de aullido. Interpreté rápidamente, el significado de la reacción de mi Lula. ¡ La vida continúa!. ¡ Todo tiene su tiempo!
Tras conseguir que Lula cesara con sus ladridos, confieso que no fue una tarea sencilla, devolví mi diario al cajón de los recuerdos. A continuación, me dirigí hacia la cocina. Abrí la puerta del frigorífico y elegí una botella de champán. Inicié la acción de descorchar la botella. Lula ya se había acercado a mí. Por fin conseguí que el corcho diera paso libre al líquido espumoso. Y me sucedió algo que todavía no se muy bien como explicar. Fue al dar el primer trago de la botella. Sentí una sensación insospechada y a la vez algo divertida. Supongo que el ácido de las uvas rojas tuvo la culpa, el efecto producido por los compuestos bioactivos en mis neuronas , en esos momentos bastante confundidas, me hicieron sentirme muy bien.. Después de beber todo el contenido de la botella, dirigí mis pasos hacia el salón. Me tumbé sobre la alfombra tupida, traída de uno de mis viajes a Japón. Todo giraba a mi alrededor. Antes de que el sopor producido por el champán se apoderara de mi conciencia, me prometí , no volver a echar la vista atrás.
¡ Para qué! . Al fin y al cabo nuestro presente es el resultado de nuestro pasado, un pasado que nos marca. Un pasado al cual nosotros mismos vamos poniendo marcapáginas, como si de un libro se tratara. Mientras , abrazado a Lula, me dejé abrazar por el entramado de las lanas , tejidas por manos expertas artesanas, y disfruté del campo bordado con la multitud de las flores exuberantes de los nenúfares; olvidándome para siempre el echar la vista atrás.
Fin
Derechos de autor: Berta Martín de la Parte
Nota: este relato me lo sugirió la convocatoria juevera para hoy 29.07.2021, cuyo lema es Alter Ego. Organizado por Neogéminis. Como yo he sobrepasado con creces la cantidad de palabras, no incluyo el relato dentro de la convocatoria. En cualquier caso si deseáis leer a los participantes os dejo el link. Lista de participantes
Me ha parecido un relato magistral. Es como un cuadro en el que vas deslizando lentamente el pincel contando todo lo que puedes observar, que es mucho. Lo que creo que casi todas las personas, nos hubiera gustado ser y que por circunstancias de la vida fuimos otros y que es lo que vemos diariamente. Hasta que un día, te das cuenta de esa situación sin resolver, que en realidad sabes que está ahí, pero ese ajetreo y en lo que te has convertido te impiden tener un momento para poder verlo con claridad. Estoy completamente de acuerdo contigo " nuestro presente es el resultado de nuestro pasado"
ResponderEliminarUn relato lleno de frescura, contado con sentido del humor. Tierno a veces, muy humano, con la perrita siempre presente dándole ese calor que trasciende al habitual del invierno. Y, ni que decir tu descripción de la naturaleza, de esas noches estrelladas, de esos campos de flores, trigales y girasoles... Una preciosidad.
Un placer leerte.
Un abrazo.
José Luís, muchísimas gracias por tu bonito y amable comentario.
EliminarDisfruté muchísimo escribiéndole. Lo inicié para participar en el relato juevero, pero mi cabecita no paraba de imaginar y ya ves casi me ha salido un memorandum...
Lo dicho muy agradecida por tu visita y por seguir mi blog.
Feliz fin de semana.
Un abrazo
Nos ha ido desgranando un pasado y un presente de la vida del personaje del relato, en él hemos sido testigos de como quiere a su pequeña compañía Lula, su perrita fiel que le acompaña y es parte de su vida. hasta le pide consejo,
ResponderEliminarY es cierto que los sueños nos revelan algo de nosotros mismos, solo hay que ponerles atención.
Ha sido todo un placer leerte Berta.
Un fuerte abrazo y muy feliz noche.
Campirela guapa, un placer verte por aquí.
EliminarPor cierto que he leído que en el mes de Agosto te ausentas por vacaciones: 🌞🎈😋Disfruta mucho.
Gracias y feliz fin de semana.
Con un testigo perruno que guía sus pasos, el protagonista de la historia se enfrenta a su yo importante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alfred, ya ves, yo no soy de tener perros; pero para la historia decidí incluir a Lula. La gente habla cosas tan bonitas de sus mascotas de compañía , y comencé a imaginar ...y ya sabes, la imaginación es imparable.
EliminarUn gusto que me leas. Gracias.
Feliz fin de semana.
Hola, Berta. ¿Cómo iba a dejarte fuera por largo que sea el texto? En otra ocasión ya lo harás más cortito. Todos nos pasamos en alguna ocasión.
ResponderEliminarEn este caso, el "alter ego" no tenía la misma palabra pero sí un entendimiento superior, el suficiente como para llegar a ser imprescindible e imparable en el ser que inunda tu relato.
Muchísimas gracias por participar, Berta.
Te dejo un abrazo inmenso. Besos.
Mäg guapiña...eres un sol...El ser que inunda mi relato, es alguien con cual que seguro que me cruzé con él por la calle...quien sabe. Somos tantos pululando por la vida, que una historia/
Eliminarretazo como la que relato a algunos seguramente no les resultará disparatada.
Muchísimas gracias por la organización y tu tiempo.
Te envío un abrazo lleno de cariño.😘😙 feliz fin de semana.
El relato es una divagación lánguida y placentera sobre el transcurso de... todo. Testificado por su inseparable compañera. Por dos veces en el relato me
ResponderEliminarha parecido que, primero la perra y luego él (sobretodo después de la botella de vino), iban a integrarse el el dibujo de la alfombra... Lo estaba viendo... pero no. No sé porque me ha dado por ahí.
BesosssBerta
Gabiliante el relato se dilata en las frases, con detalles, fantasías, deseos, anhelos, etc.
EliminarMira tú por donde,( no andas desencaminado, estuve a punto de dejar a los dos protagonistas fundirse en el entramado de la alfombra. ( también lo imaginé). Finalmente opte por evitar poetizar el relato.
Agradecida por tu visita, te envío un beso y te deseo feliz fin de semana.😘🌞
Pues aunque hayas pasado el límite, ha sido muy agradable leerlo; introducirnos en la relación preciosa de hombre y perro y reflexionar sobre la inutilidad de mirar lo no conseguido a favor de solazarse en lo sí conseguido. Somos el resultado de nuestro pasado, y el futuro el del presente, por tanto es éste último el que hay que dirigir hacia donde queremos.
ResponderEliminarUn abrazo grande y me alegra mucho que hayas participado sacando tu faceta encantadora de escritora :)
Nota: Me encanta el símil del cardo
EliminarJajaja. Y a mi también. 😘Lo del cardo y la alcachofa ( son familia) está documentado ...yo lo desconocía hasta que me puse a investigar para el relato. Ya ves Volarela siempre se aprende algo nuevo.
EliminarYa sé: ¡ se me ocurre cada cosa!
Volarela preciosa: poco a poco vas conociendo mis tontunas, mi estilo no es complicado, escribo para tod@s.
EliminarMe encanta que la lectura te haya agradado. Por supuesto te doy la razón, el futuro es el resultado del presente, aunque como siempre existen distintos condicionantes .
Un abrazo enorme y continuamos. Feliz fin de semana.💚💚
Que bien contado, como el personaje ha confrontado a lo que pudo ser, muy diferente a lo que es.
ResponderEliminarY ha reflexionado con la ayuda de Lula.
Un abrazo.
Demi...me alegra saber que te guste. A Lula la he tomado mucho cariño, da mucho juego en el relato.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.😘
Tienes razón cuando dices que el presente es consecuencia de las decisiones del pasado es todo un acto de aceptación. Me gusta el transcurrir lento del relato y esa facilidad de ir de una cosa a la otra sin perder el hilo. Es muy bueno amiga, besos.
ResponderEliminarMolí, ese es el quiz de la cuestión: Ahora es el presente y una milésima de segundo después ya estamos de nuevo en el presente con un pasado reciente...y las decisiones tomadas una milésima de segundo antes ya no se pueden cambiar. Tan sencillo y a la vez tan complicado.
EliminarEl transcurrir lento del relato, salió así. Detalles, más detalles, y más detalles...Por ello me alegra leer que no perdí el hilo, algo que puede suceder cuando deseas alargar una historia que quizás hubiera podido sido contada en diez frases.
Gracias por tu opinión, te envío besos y te deseo un feliz fin de semana.🎈😘
Vale la pena mirar hacia atrás deseando haber sido lo que no se fue? Creo que no. Se me ocurre que la experiencia sirve cuando se la aplica para aprender y mejorar, no para añorarla, porque puede terminar lastimando. Un texto que da qué pensar. Un abrazo
ResponderEliminarMonica, exactamente es lo que yo pienso. Añorar un pasado que no fue el soñado, puede lastimar, y confundir todavía más .
EliminarGracias por visitarme y dejar tu comentario.
Un abrazo.
puede que llevemos en nuestro caminar como acompañante nuestros recuerdos, son tan fuertes que a veces se mezclan con la realidad. Dejar en tu escrito muchas incógnitas que cada uno hacemos nuestras y debemos aclarar Un abrazo
ResponderEliminarRodolfo, sí, los recuerdos son nuestros más fieles acompañantes en nuestro caminar por la vida.
EliminarAunque a veces es mejor olvidarlos...y pasar página.
Un abrazo . Feliz fin de semana.
Un alter ego "labrador, en el campo" contrario al ese yo construido en el ritmo vertiginoso citadino, pero con una perrita cariñosa e inteligente que nos acompaña es una buena antitesis y refugio en tiempos de crisis o agotamiento.
ResponderEliminarBesos, Berta.
(Pd. Convoca Maga de Qamar no Neogémenis como escribiste al nombrar el lema y la convocatoria).
Myriam, vivimos en una sociedad ¡tan complicada y tan estresante!
EliminarLeí una vez lo siguiente:
Una nieta pregunta a su abuela: Abuela ¿ porqué es la vida tan complicada?
La abuela responde a su nieta: Querida la vida no es complicada, los humanos la hacemos complicada.
Sí, tienes razón con el nombre de Maga de Qamar...Me di cuenta, intenté cambiarlo, pero resulta que me cambia el formato de texto en el borrador y me avisa que puedo perder todo el contenido del Post. Por ello no lo he corregido... Gracias por avisarme...
Un abrazo guapísima...Gracias por pasar y dejar tu comentario.
Belissimo relato, Berta!
ResponderEliminarSim. concordo contigo quando dizes que o presente é sempre o resultado de decisões que tomamos no passado. Um belo tema para reflexão. Tal como devemos ter sempre a sensatez de nunca confundir a realidade com a fantasia, que muitas vezes nos seduz!
Contudo, a perrita Lula, se tornou o personagem mais belo desta história. Fiel e inteligente, numa maravilhosa cumplicidade! Gostei muito!
Buen fin de semana, Berta!
Un fuerte abrazo!
A:S, muchísimas gracias. Eres muy amable.
EliminarSí Lula se convirtió a su manera en el personaje principal de la historia..
.Con la experiencia uno se va dando cuenta que no es el escritor el que va desarrollando la historia, sino que los personajes se apoderan del escritor y le manejan a su antojo.🙂💚
Un abrazo y feliz fin de semana, A.S.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMucha:
Eliminarme alegra mucho verte por mi rinconcito. Gracias guapísima..
Feliz fin de semana. Un abrazo.
Abandonamos los sueños sencillos y nos convertimos en presos de la actualidad. Puede que no sea malo escribirlo y de vez en cuando recordarlo...
ResponderEliminarUn placer leerte
Besos
Charly, somos seres humanos, y por ello imperfectos.
EliminarEstoy de acuerdo contigo en lo de escribirlo. No deberíamos encadenarnos a los recuerdos, pero releerlos puede ser muy bonito.
Un placer tu visita.
Besos también para ti.
Es como estar en el balcón y en el edificio paralelo observar a través de la ventana esa noche de recuerdos. En momentos sentí que ambos se fundirían en la alfombra.
ResponderEliminarTambién hablo con mi perrito :)
Buen fin de semana
Mujer de Negro,
EliminarTu comentario me halaga querida Mujer de Negro.
Lo de fundirse en la alfombra, ya me lo comentó también Gabiliante.
Es cierto que ya puestos a imaginar, podría haberlos dejado a ambos personajes diluirse entre el entramado de la alfombra. Pero, si lo hubiera hecho así, se hubiera convertido el final en muy poético, y eso es lo que traté de evitar.
Yo no tengo perro, y sin embargo ( curiosamente) durante la creación del relato, sentí tener a mi lado a Lula.
¡ Qué extraño y maravilloso es el cerebro !
Feliz domingo. Un abrazo.
Estoy ahora por fin con tiempo disfrutando de los relatos de este jueves, Berta, y me ha alegrado un montón verte entre las participantes y la alegría ha sido como el tema doble por tu magnífico relato. Eres un camaleón niña, hay que ver cómo te mentes en la piel y en la vida de tus personajes. Aunque me da algo de tristeza por este hombre y no sé exactamente el porqué,o sí, me da pena por su soledad compartida con la ternura de su perrita, me da pena por sus dudas, por esa aparente imponencia frente a la vida, por la celebración de nada y la embriaguez del momento, porque es tremendamente humano. Como siempre un placer leerte. Besos
ResponderEliminarEsther , ya ves estos meses de verano estoy entre Pinto y Valdemoro. A mi también me alegra verte, integrada en estos retos jueveros, y decirte que has entrado por la puerta grande. Tus relatos no tienen desperdicio. A mi me gustan mucho. Tienes tu propio estilo y eso es perfecto.
EliminarNo debes de sentir tristeza por el protagonista, el no se encuentra solo, simplemente le trascurre la vida como a la mayoría de las personas. Con ese NADA y ese TODO...Con ese QUIERO y NO ME ATREVO...
Agradecida por tu visita...Besitos preciosa💚
Largo pero ese repaso de la vida bien merecía un diario y un bonito post.
ResponderEliminarPrecioso texto. Un abrazo
Albada ,
EliminarLargo y con ganas de continuarlo ( ya estoy en ello) ...
Pero para la convocatoria, me salte demasiado a la torera las normas... Pido por ello disculpas.
Te envío de nuevo un fuerte abrazo.
Hola, Berta.
ResponderEliminarEncantador soliloquio a la luz del corazón cálido de Lula. Un viaje tierno al pasado del cual el presente es el resultado, muy bien desgranado. Me ha encantado.
Un beso.
Mónica,
EliminarLula un personaje canino inventado, y que sin embargo ya forma parte de mi trayectoria literaria...Yo creo que ella se merece ser de nuevo protagonista en otro relato...
Agradecida por tu visita . Me alegra saber que has pasado un buen rato con la lectura.
Un abrazo y feliz fin de semana.