sábado, 20 de marzo de 2021

Primavera 2021

 



Hoy amaneció soleado, la claridad inunda la mañana, en esta primera mañana de la nueva Primavera. A lo lejos se ve, allá en la montaña, un manto de  niebla protegiendo los pastos , y arboledas. El aire trae sonidos de tintineos de sonrisas, y de las últimas campanillas de invierno; son como notas musicales producidas también por el alegre despertar de los primeros brotes florales exquisitos y perfectos de los castaños . Mientras que, los almendros ya casi todos en flor  dan un  toque de color delicado, sutil, aromático a toda la composición.


Hoy he decidido vestirme con un vestido largo de flores. El día lo merece. Un ropaje que me proteja de posibles malos augurios. Por supuesto un vestido de estilo palabra de honor. Dejando mis hombros al descubierto, para que el aroma del viento los cubra , los perfume, y mi piel se convierta en tacto de terciopelo. Permitiré a mi amado acariciarme. Le pediré muchos besos, de todas las clases. Besos tiernos. Besos amorosos. Besos de afecto incondicional. Besos apasionados.  Besos lujuriosos. Para terminar con besos llenos de felicidad. 


Hoy recibo la nueva primavera y te digo Amor y, tú sonríes. Te digo que te quiero y tú sonríes. Hoy es el momento adecuado para decirte que tú eres mi vida. Me susurras al oído provocando deseos. Nos miramos a los ojos , y sintiendo nuestros ritmos,   simplemente, hablamos  en silencio el lenguaje del Amor. 


© Berta Martín de la Parte 

Imagen/ Pinterest






miércoles, 10 de marzo de 2021

¡ El ser invisible!

 




En el transcurso de su vida Francisco ha llegado al punto, en que le está resultando muy difícil aceptar en lo que se ha convertido. Él se está negando la realidad, los años no pasan en balde, y lo único que permanece inmóvil, estático, es el periódico ritmo de las estaciones del año. Estaba en esa edad anodina, en la que se está  convencido, que ya está todo visto, todo experimentado, de haber paladeado todos los sabores y de que su olfato había percibido y disfrutado  de los miles de aromas primarios que según la forma de sus moléculas desprenden buenos o malos olores.


Hoy después de pensarlo mucho ha decidido regresar al pueblo en donde nació. Los últimos días no ha parado de dar vueltas a un recuerdo de su niñez. Concretamente recuerda a su abuela materna, ella le relataba cuentos y leyendas teniendo el pueblo y a sus habitantes como protagonistas . A Francisco  le fascinaban todas, pero en especial una de las leyendas:


Hubo un tiempo en que todas las familias del pueblo estaban felices , en armonía,  y por ello  muy asustadas. Se decía que alguien estaba manejando sus pensamientos. Tenían sus dudas sobre una especie de brisa que se escuchaba por las noches. Avelino el sabio del pueblo aseguraba que un ser invisible les estaba manipulando. Pero tenía que estar muy cercano, era como si les leyeran el pensamiento, e intentaron descubrirlo. Hacía tiempo que comenzaron a reunirse  todos los días ,en la Plaza Mayor del pueblo , siempre a la misma hora;  la convivencia era perfecta,  Discutían , gritaban, reían, cantaban,  a ratos se mantenían en silencio adentrándose cada uno  en los recovecos de sus propios pensamientos. Cavilaban, sugerían  lugares en donde poder descubrir al ser invisible pero no consiguieron dar con él , algunos aseguraban haberle visto o haber sentido su presencia. El caso es que pasaron los años y aunque no lograron descubrir el ser invisible, el pueblo cambió de nombre.  El nombre “El desencanto” fue cambiado por el de “ Felicidad”. 


Francisco había llegado a primera hora de la mañana . En las calles del pueblo se cruzó con un par de personas. Fue saludado con amabilidad, pero con esa reticencia que surge al ver a un desconocido. Francisco se dirigió a la Plaza Mayor. ¡ Cuánto había cambiado el pueblo! Aunque,  caminando por la calle Mayor se dio cuenta que la calle seguía igual, era como si el paso del tiempo se hubiera detenido sobre los adoquines , las fachadas de las casas, pero algo sí que había cambiado, los árboles habían crecido y se adivinaban los primeros brotes  de las hojas.¡ Olía tan bonito! .  ¡Pronto llegaría la Primavera!


Llegó  a la altura de la fuente que presidía la Plaza Mayor. Tomó asiento en uno de los bancos presidido por un ejemplar de Sauce Llorón, Francisco no recordaba haber visto nunca ese árbol. No era de extrañar, cuando él era un niño, se pasaba el día saltando, brincando, corriendo a través del campo, pescando cangrejos y renacuajos. 


Cerró los ojos, se dejó acariciar por el Sol ,y por el piar armónico de los pájaros.  De pronto le pareció percibir un susurro , él no fue consciente pero una fuerza  se estaba apoderando de su sentir, estaba confesando sus pesares a un ser invisible, y el ser le estaba escuchando, dándole , ofreciendo nuevas posibilidades para que su desencanto por la vida se convirtiera en nuevos proyectos. El ser invisible le hizo ver nuevas perspectivas, consiguió hacerle olvidar la melancolía que le cegaba , logrando que Francisco le prometiera que continuaría viviendo con ilusión. Francisco, aún con los ojos cerrados y con un ligero movimiento de los labios , pronunció: ¡ Lo prometo!


El Sauce Llorón, el árbol símbolo de la melancolía, símbolo de las emociones profundas, 

 intuición y sueños , satisfecho, replegó sus largas y estilizadas ramas provocando una ligera brisa; acompañado del sonido rítmico provocado por  sus hojas lanceoladas y afiladas, rasgando las cuerdas del aire delicadamente como si fueran las de un arpa, a la vez que, las hojas perennes de la hiedra que siempre protegían su tronco, con un sutil movimiento se separaron del cuerpo de Francisco , regresando a su posición de un modo elegante, como si fuera un abanico,  cerrándose, abrazándose de nuevo al tronco del “ ser invisible “ 


Final


© Berta Martín de la Parte.


Relato para la convocatoria juevera 11/ Marzo/ 2021 organizado por Neogeminis



miércoles, 3 de marzo de 2021

¡ Sí, quiero!




Si alguien , entre otros, puede escribir sobre una boda atípica, ese soy yo. Un hombre con un defecto físico, porque yo, Carlos,  aunque no soy sordo, soy mudo, nací sin las cuerdas vocales.


Todo comenzó con el encuentro por primera vez - sin yo saberlo- con mi futura esposa.. Sucedió una tarde , cuando el atardecer inicia su espectáculo; ese crepúsculo  en concreto fué de una belleza impactante. El cielo todavía de color azul, con pinceladas de nubes casi etéreas como el tul del velo de una novia, inundándose de una paleta de colores  cuya cromacidad propició un algo que podría describirlo como “ me quedé mudo”.


“Me quedé mudo” por la contemplación de tal belleza, pero además se sumó al momento , la aparición de una mujer,  allá a unos diez metros de distancia . Fue una aparición inesperada, algo así como el colofón . La ví y para mí , desde ese instante, la asocié como ver el más bello amanecer en  mi vida surgiendo del atardecer más bello del universo y supe que ella era la mujer de mi vida..


 Imagínense la situación, yo mudo sin poder pronunciar una palabra y sin embargo con tanto que decir. 


Sin darme cuenta, por la costumbre, comencé un monólogo de pensamientos con mis manos ,a través del lenguaje de los signos. Ella , a la que yo ya amaba, sorprendentemente caminaba hacia mí; interponiéndose su figura durante un par de segundos entre el hermoso atardecer y yo . Yo creí estar soñando, porque ella acercándose se dirigió a mí y empezó a hablar conmigo en el lenguaje de los signos, a la vez que ella pronunciaba un hola, un hola que sonó en mis oídos como el romper suave de las olas en la playa.  Me llamo Carolina.


Ella hablaba y además conocía el lenguaje de los signos..


Sí, todo un milagro. Habíamos nacido para encontrarnos.


Podría escribir como transcurrió nuestra relación, sería demasiado largo de contar.. Simplemente os confieso que desde el primer momento y hasta el día de hoy es maravillosa. 

Y ahora centrándome en nuestra boda, os confieso que la planificación no fue complicada .. Nuestras madres, la mía y la de mi futura esposa se encargaron de toda la parafernalia organizativa. 

Pero yo tenía un sueño, un sueño que deseaba cumplir, Soñaba con que el día de nuestra boda, yo pudiera decir el “ sí quiero” , sin tener que utilizar el lenguaje de los signos. Ya desde el día en que anunciamos,  a todos nuestros seres queridos ,,  que nos casábamos , soñaba por las noches con diferentes soluciones, pero no era sencillo , no eran factibles de ponerlas en prácticas; hasta soñé que me operaban ,  trasplantandome  las cuerdas vocales de algún fallecido.  Y en esas estaba yo,  hasta que  dos semanas antes de la ceremonia matrimonial, me encontré en la calle con Pedro, un antiguo compañero del colegio.


Ya se sabe que cuando dos antiguos compañeros del colegio se encuentran después de décadas, lo habitual es acercarse al bar o cafetería más cercana, y ayudados por el café o una cerveza inician un repaso recordando los tiempos , aquellos, irrepetibles, y terminan confesando el uno al otro , los aconteceres en sus vidas. LLegando al punto crucial de anunciarle mi próxima boda, y confesando mi sueño en principio imposible de realizar; Mi amigo, Pedro, me dice: ¡ Yo tengo la solución!...


El día amaneció lluvioso, yo estaba muy nervioso, mis padres revoloteaban a mi alrededor, pendientes de que todo saliera bien. Subimos al coche y transcurridos veinte minutos llegamos a la altura de la iglesia. Las campanas repicaban, las palomas cercanas se echaron a volar y, me dió tiempo de ver como una rosa abría sus pétalos , todo iba sobre ruedas...Iba a ser un día maravilloso, estaba deseando ver a la novia...Traspasé las puertas de la iglesia acompañada de la madrina, mi madre. Nos acercamos hasta el altar en donde debería esperar a la llegada de la novia, mi amada Carolina. Ella fue puntual. No se hizo esperar. Estaba preciosa, la novia más hermosa del mundo. Se acercó a mí y me sonrió , nos agarramos de las manos, la vi emocionarse , yo también me emocioné.

La ceremonia se inició, Y al llegar mi soñado momento, el de decirnos  el “ sí quiero”, mi madre me entregó , sacándolos de su bolso , dos cascos de realidad virtual , con imagen y sonido. Uno se lo puse a Carolina y el otro me lo puse yo. Conecté el suyo y luego el mío. 


Fue maravilloso, en la pantalla desplegada en la capilla para la ocasión, los invitados , ella y yo,  todos simultáneamente lo  vimos...  el momento del nuestro primer encuentro, con aquel atardecer inolvidable, con imágenes de nuestra relación, y finalmente disfrutando de la capilla en la que nos encontrábamos, con el maestro de ceremonia preguntándonos, la consabida pregunta : 

¿ Queréis contraer matrimonio y os comprometeis a ayudaros y  amaros todos los días de vuestra vida? 


Carolina contestó la primera, con su propia voz: Sí , quiero.

Y yo, con mi voz virtual, contesté también : Sí, quiero.


Final

Derechos de autor: Berta Martín de la Parte.
Imagen/ Pinterest

Relato para la convocatoria juevera  " Bodas Atípicas" 04/03/2021 organizado por Molí del Canyer









Feliz Navidad 2023 y un Feliz Año Nuevo 2024.

Queridos amigos, os deseo a todos mucha felicidad en estas Fiestas Navideñas y por supuesto un Feliz Año 2024. No nos olvidemos de :  Desde ...