En el transcurso de su vida Francisco ha llegado al punto, en que le está resultando muy difícil aceptar en lo que se ha convertido. Él se está negando la realidad, los años no pasan en balde, y lo único que permanece inmóvil, estático, es el periódico ritmo de las estaciones del año. Estaba en esa edad anodina, en la que se está convencido, que ya está todo visto, todo experimentado, de haber paladeado todos los sabores y de que su olfato había percibido y disfrutado de los miles de aromas primarios que según la forma de sus moléculas desprenden buenos o malos olores.
Hoy después de pensarlo mucho ha decidido regresar al pueblo en donde nació. Los últimos días no ha parado de dar vueltas a un recuerdo de su niñez. Concretamente recuerda a su abuela materna, ella le relataba cuentos y leyendas teniendo el pueblo y a sus habitantes como protagonistas . A Francisco le fascinaban todas, pero en especial una de las leyendas:
Hubo un tiempo en que todas las familias del pueblo estaban felices , en armonía, y por ello muy asustadas. Se decía que alguien estaba manejando sus pensamientos. Tenían sus dudas sobre una especie de brisa que se escuchaba por las noches. Avelino el sabio del pueblo aseguraba que un ser invisible les estaba manipulando. Pero tenía que estar muy cercano, era como si les leyeran el pensamiento, e intentaron descubrirlo. Hacía tiempo que comenzaron a reunirse todos los días ,en la Plaza Mayor del pueblo , siempre a la misma hora; la convivencia era perfecta, Discutían , gritaban, reían, cantaban, a ratos se mantenían en silencio adentrándose cada uno en los recovecos de sus propios pensamientos. Cavilaban, sugerían lugares en donde poder descubrir al ser invisible pero no consiguieron dar con él , algunos aseguraban haberle visto o haber sentido su presencia. El caso es que pasaron los años y aunque no lograron descubrir el ser invisible, el pueblo cambió de nombre. El nombre “El desencanto” fue cambiado por el de “ Felicidad”.
Francisco había llegado a primera hora de la mañana . En las calles del pueblo se cruzó con un par de personas. Fue saludado con amabilidad, pero con esa reticencia que surge al ver a un desconocido. Francisco se dirigió a la Plaza Mayor. ¡ Cuánto había cambiado el pueblo! Aunque, caminando por la calle Mayor se dio cuenta que la calle seguía igual, era como si el paso del tiempo se hubiera detenido sobre los adoquines , las fachadas de las casas, pero algo sí que había cambiado, los árboles habían crecido y se adivinaban los primeros brotes de las hojas.¡ Olía tan bonito! . ¡Pronto llegaría la Primavera!
Llegó a la altura de la fuente que presidía la Plaza Mayor. Tomó asiento en uno de los bancos presidido por un ejemplar de Sauce Llorón, Francisco no recordaba haber visto nunca ese árbol. No era de extrañar, cuando él era un niño, se pasaba el día saltando, brincando, corriendo a través del campo, pescando cangrejos y renacuajos.
Cerró los ojos, se dejó acariciar por el Sol ,y por el piar armónico de los pájaros. De pronto le pareció percibir un susurro , él no fue consciente pero una fuerza se estaba apoderando de su sentir, estaba confesando sus pesares a un ser invisible, y el ser le estaba escuchando, dándole , ofreciendo nuevas posibilidades para que su desencanto por la vida se convirtiera en nuevos proyectos. El ser invisible le hizo ver nuevas perspectivas, consiguió hacerle olvidar la melancolía que le cegaba , logrando que Francisco le prometiera que continuaría viviendo con ilusión. Francisco, aún con los ojos cerrados y con un ligero movimiento de los labios , pronunció: ¡ Lo prometo!
El Sauce Llorón, el árbol símbolo de la melancolía, símbolo de las emociones profundas,
intuición y sueños , satisfecho, replegó sus largas y estilizadas ramas provocando una ligera brisa; acompañado del sonido rítmico provocado por sus hojas lanceoladas y afiladas, rasgando las cuerdas del aire delicadamente como si fueran las de un arpa, a la vez que, las hojas perennes de la hiedra que siempre protegían su tronco, con un sutil movimiento se separaron del cuerpo de Francisco , regresando a su posición de un modo elegante, como si fuera un abanico, cerrándose, abrazándose de nuevo al tronco del “ ser invisible “
Final
© Berta Martín de la Parte.
Relato para la convocatoria juevera 11/ Marzo/ 2021 organizado por Neogeminis
Imaginativo sin duda, sea en forma de sauce llorón o simple viento sin nombre, lo invisible cambió las vidas de todos los lugareños. Hasta de su nombre.
ResponderEliminarPor Francisco, que sepa regresar a la realidad sin añoranzas. Un abrazo
Albada te doy la razón , lo invisible es eso, algo intangible; pero debía utilizar un objeto, una referencia, al menos para intentar que el rol de Francisco continuara enlazado a la realidad.
EliminarConfiemos en que Francisco cumpla su promesa.
Un abrazo artista y feliz jueves juevero.🌺
Algo de razón llevas, cuando paseamos por lugares que de niños hemos jugado, los olores se impregnan en nosotros y no vuelven a esa niñez.
ResponderEliminarUn placer leerte
Besos
Charly,
EliminarLa niñez esa compañera inseparable, la que no se despega nunca de nosotros.
Gracias por pasar , el placer es mutuo.
Un abrazo y feliz día.✔🌺
El Sauce llorón es un árbol que me gusta especialmente; me trae recuerdos de mi padre…
ResponderEliminarMuy bonito relato, Berta. Bellamente descriptivo, y de muy gratas sensaciones.
Una fantasía que trae buenas venturas…
Un placer tu participación, amiga.
Abrazo grande, y muy feliz noche 💙
Ginebra
EliminarTambién es mi árbol preferido, por eso lo integré en el relato.
Además me basé en el sauce llorón que se cruzo en mi camino el domingo , paseando por el campo al lado del río.
Gracias, me alegra que te haya gustado.
Un abrazo y continuemos imaginando. Feliz jueves juevero.🌺
Muito belo o teu relato, Berta. Muito expressivo e detalhado. Preciosa a forma como descreves o personagem principal, Francisco, que nos encanta e nos leva a sentir muitas e belas sensações.
ResponderEliminarExcelente!
Abraço grande y muy feliz noche!
A.S.
EliminarHay tantos Franciscos y Franciscas por el mundo, con los mismas sensaciones de derrota, que pensé ,ya tengo el personaje para el relato.
Gracias amigo, y feliz jueves.🌼
Benta, tu fantástico relato tiene mucho de real...¡¡Cuántas personas de cierta edad dejan de tener ilusión y curiosidad por la vida!!En este caso, un sauce, árbol simbólico de la naturaleza, será capaz de mover la mente y el corazón del protagonista...El "ser invisible"que todos buscaban estaba muy cerca, cuidando de la vida y de la ilusión de la gentes.
ResponderEliminarMi felicitación por el empeño y amor que has puesto en tus letras.
Mi abrazo y feliz primavera en Alemania, amiga.
Mª Jesús
EliminarFíjate que tenía ya en mente una historia, cuya protagonista se encuentra en ese momento como el que Francisco sufre.
Cuando ví la propuesta/tema para el jueves juevero, me decidí por entrelazar ese protagonista en estado de abulia y el árbol. Y de los dos seres vivos cada uno en su especie, surgió este relato.
Gracias por pasar y leerlo.
Mi abrazo también para tí, la primavera está despertando, pero hoy hace muchísimo frío.
Feliz fin de semana. 🌺
El sauce llorón es mi árbol según el horóscopo celta y la verdad que me identifico, pero tu relato es fantástico de verdad, es magia que desprende nos envuelve que la ilusión nunca hay que perderla.
ResponderEliminarNos dejas un bonito sabor,gracias .
Un fuerte abrazo y feliz noche.
Campirela
EliminarGracias.
El sauce llorón es mi árbol preferido. Por ello lo utilicé para el relato.
Con toda la ilusión te deseo un feliz fin de semana. 🌸
Regresar a la idílica inocencia de la niñez a veces es la forma de recuperar la paz interna perdida por la angustia y la tristeza. Buen fin para ese Francisco que se animó a regresar a sus origenes. Un abrazo Berta y gracias por participar!
ResponderEliminarNeo
EliminarYo estoy feliz de poder participar en estos jueves jueveros.
Daís ideas, ya sabes en ocasiones la inspiración se toma un descanso , y entonces alguien propone un tema o un título y surge la chispa....
Feliz fin de semana y besosss🌺
existen lugares en los que parece que ves las cosas de un color más intenso, que hay " buena energía", existen esos lugares y existen esas personas. Personalmente creo que no son las piedras, las casas o los ojos de las personas, esa energía positiva se fomenta y hace crecer desde niño, no es por ciencia infusa. Un abrazo
ResponderEliminarRodolfo
EliminarYo también creo en las "buenas energías". Las personas también somos capaces de trasmitir energía positiva, pero también negativa; por ello acerquémonos a los que nos hagan felices.
Un abrazo también para tí.🌸
Chante
ResponderEliminarInterpreto por los signos que te ha gustado...
Si la interpretación es incorrecta, 'no problem' , yo siempre te agradezco que pases por este rinconcito.
Un abrazo.✔
me gusta el romance intenso entre tú y las letras
ResponderEliminarun abrazo
Recomenzar
Eliminargracias por pasar . Seguimos con el romance entre tú y yo.
Un abrazo guapísima .🌼
Un ser invisible que les mostraba el camino para ser feliz, aunque tome la forma de un sauce. Un relato muy bello, besos.
ResponderEliminarMolí
Eliminarhay tantas formas de poder encontrar la felicidad. No las desaprovechemos.
Gracias , y si te ha gustado el relato, me quedo tan feliz.
Besos y feliz viernes.🌸
Me gustó mucho ese abrazo lleno de ternura del espíritu del Sauce llorón a Francisco. Besos, Berta
ResponderEliminarMyriam
Eliminar¡Estamos tan faltos de abrazos!
La Pandemia lo ha hecho todavía más difícil. Pero no desesperemos, volveremos, y nos darenos los abrazos perdidos.
Un abrazo Myriam. Feliz fin de semana💚.
Me gusta tu historia de un árbol como influencia misteriosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dremiurgo
EliminarLos árboles nos ven pasar, y además escuchan , todo lo que no decimos en voz alta.
Besos y feliz fin de semana.🌷
Preciosa fantasía. Tu talento ha hecho posible que un árbol influya en todo un pueblo, y como era un bellísimo sauce su influencia sólo podía ser maravillosa.
ResponderEliminarShhhh...Que no lo cuente Francisco...
Me ha encantado. ¡Enhorabuena!
Un abrazo gordote, y muy buen finde :)
Volarela
EliminarGracias me alegro que te haya gustado. ¿Me pregunto cuantos Franciscos/as existen ?
Un abrazo también para tí y feliz fin de semana poetisa.💚
Este árbol, el Sauce Llorón, me parece estiloso, de los más elegantes, con sus ramas colgantes, la verdad es que tiene algo de mágico, misterioso, para los cuentos, para volar hacia los sueños.
ResponderEliminarMuy bonito tu relato, Berta.
Besos enormes.
María
EliminarQue bien que te pases por aquí. Ya ves que, gracias a Francisco me llegó la inspiración; seguramente pasé al lado de un árbol y me ayudó a volar hacia los sueños.
Besos guapísima. Feliz fin de semana.🌷
Berta qe cuento tan lindo, ojalá tuviéramos todos un sauce llorón( que por cierto me encanta ese árbol) para que todos pudiéramos ser felices. Eso sí no tanto Control de los pensamientos ajja, libertad ante todo. Un aplausa por tu entrada
ResponderEliminarUn fuerte Abrazo y feliz fin de semana.
Campirela
EliminarMe hubiera gustado alargar los pàrrafos pero hubiera sido demasiado largo ,para mantener el número de palabras.
En cualquier caso me divertí mucho escribiendo.
Gracias por tu aplauso.
Besos y feliz fin de semana 🤗
Un cuento con magia, y lo fantástico radica en ese viajar a un lugar donde los olores conectan con las raíces, esas que todos necesitamos para sentirnos seguros de seguir.
ResponderEliminarUn abrazo:)
Cecy
EliminarGracias por pasar y dejar tu comentario.
Yo soy una fanática de lo fantástico. Reconozco que suelo centrarme en la vida real, me gusta escribir sobre la vida de personas que , como a mí les facilita continuar pululando por la vida ayudados por fantasías . Los olores nos retraen a la niñez que tanta felicidad a la mayoría nos proporcionó.
Un abrazo y feliz domingo. 🌺
BERTA
ResponderEliminarTu imaginación al igual que el Amor, no tiene fronteras, a libre albedrío conformas una presentación,en una melange de añoranza, realidad, misticismo, y toques mágicos de seducción en cuanto a hacer amena y agradable la continuidad de adentrarse el recorrido de tu obra, y querer tener la conclusión final.
Me encanto visitarte amiga, encendiste una luz de compañía en mi soledad.
Mi besito agradecido, queda contigo, buen finde amiga.
LÚCAS
LÚCAS
EliminarEres un sol, parece como si me hubieras estado acompañando en los momentos de escribir el relato.
Sí , así fue como lo planeé.
El final lo tenía ya en mente, algo así como escrito en forma de poema. Lo demás el largo prólogo en realidad ( no se si está muy bien redactados los párrafos) , ya tengo costumbre/práctica en escribir relatos y cuentos.
Gracias por tu visita y continuemos creando y jugando con las palabras.
Feliz domingo.🌼
Excelente relato, me ha gustado mucho, estaré volviendo pronto por aqui!!
ResponderEliminarGracias por pasar y dejar tu comentario. Yo encantada de que el relato te haya gustado.
EliminarPuedes regresar por aquí, siempre que lo desees.
Saludos cariñosos.😏
Hermoso relato mi querida Berta, hiciste
ResponderEliminarun relato lindo del sauce llorón y la verdad
te quedo muy bello, te felicito.
Besitos dulces
Siby
Siby tú si que sabes regalarnos belleza en tus palabras.
EliminarGracias por tu comentario.
Besitos dulces también para tí. 🌺
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHermoso relato donde plasmas la belleza de tu prosa poética.
ResponderEliminarMe he dejado llevar de tu mano hasta llegar a las caricias del sauce llorón.
¡Precioso!
Abrazos querida Berta.
Maripaz guapetona, que alegría verte de nuevo por aquí.
EliminarTú y yo siempre nos dejamos llevar por las caricias de la naturaleza. Visito siempre tu blog en donde ofreces tanta naturalidad,y nos regalas con instantes hermosos.
Me alegro que el relato te haya gustado; como yo siempre digo si mis relatos sirven al menos para que los lectores pasen un buen rato, entonces yo soy feliz.
Continuamos en contacto querida Maripaz.
Un abrazo enorme 🌼
No tienes nada nuevo, pues ya que estoy aquí aprovecho para dejarte mis huellas deseándote una feliz tarde.
ResponderEliminarBesos enormes.
Gracias por pasar María.
EliminarEstaré ausente un par de semanas.
Un abrazo enorme. Besos y feliz semana.
una bella y esperanzadora historia que nos señala la intima unión entre humanos y espíritus buenos que anidan en el mundo vegetal. Un abrazo
ResponderEliminarRodolfo que bien que te haya gustado . Gracias.
EliminarLos espíritus buenos que por suerte aún quedan, como tú muy bien escribes .
Encantada de verte por mi rinconcito.
Estaré ausente un par de semanas.
Besos y feliz semana.