Imagen © Berta Martín de la Parte. |
Ernesto decidió ir a la consulta del médico de cabecera, el mismo que le salvó de los continuos dolores estomacales , que le hicieron la vida, durante un par de años, casi insoportable. No voy a entrar en detalles del tratamiento recibido , pero funcionó.
La enfermera , por el interfono , pronuncia su nombre:
- Sr. Ernesto Perdones , su turno.
Ernesto, entró en la habitación del doctor, y con una amplia sonrisa por parte de ambos, se saludaron. No perdieron el tiempo , y al cabo de dos horas , el doctor , que llevaba tratando a Ernesto desde hacía años, estuvo al corriente del problema de su paciente.
- Vamos a ver , Ernesto, lo que te pasa es que vives en un estado de ansiedad desde hace muchísimos años. Tu cuerpo, lo he chequeado y todo funciona normalmente. A ti lo único que te producen esos temblores, esa sensación de agobio, es el rencor. El rencor que llevas sufriendo hacia todos los que te hicieron daño. Recuerdas cada minuto y cada detalle de aquellos tiempos. Vives tramando venganzas , y nunca las pone en marcha. Te corroe el odio. No has podido hasta ahora perdonarles. Ernesto, tienes que ponerte en mis manos, y seguir al pie de la letra mis indicaciones.
Salió de la consulta decidido a detener su tiempo.. A suspender durante horas y días su cerebro , fue como programar un ordenador en Modo- Standby . Estaba dispuesto a dejar que los algoritmos de su mente , se actualizaran, hasta llegar a combinar los conceptos abstractos , vinculados a sus pensamientos activando las señales positivas, que él había ocultado inconscientemente en las profundidades de su cerebro. .
Han transcurrido tres meses desde su visita al médico. Su estado de salud ha mejorado. Los temblores han disminuido casi hasta desaparecer. Ernesto continúa soñando, pero ahora sueña con prados tapizados de hierba fresca; con islas selváticas en donde las olas del mar chocan en sus escarpados acantilados proporcionándole una sensación de paz interior ; también sueña que vuela de vez en cuando atravesando el aire disfrazado de ave del paraíso. Se ha cambiado de ciudad y de casa. Cambió de trabajo. Todo lo que pudiera hacerle recordar su pasado, fotos, muebles, lo vendió o lo tiró a la basura. Decidió alejarse de todo aquello que le trajera tristes recuerdos, los que le impedían disfrutar de su presente. Y finalmente se dedicó a sí mismo..
Desea ser feliz y lo conseguirá, de ello está convencido.
Simplemente ha iniciado el proceso del olvido.
Fin
© Berta Martín de la Parte
¡ Porque olvidar no es perjudicial, de hecho es necesario y beneficioso !
cuando se perdona te perdonas a ti mismo. Vivir con el recor o el odio es un cáncer del espíritu Hizo lo mejor para él Un abrazo
ResponderEliminarRodolfo no tengo yo muy claro , eso de si perdonas te perdonas a ti mismo. con lo que si coincido contigo es que el rencor y el odio puede provocar enfermedades.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Será cuestión de ponerlo en práctica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alfred, nunca es tarde.
EliminarUn abrazo y gracias por pasar. Feliz día.
El rencor y los sentimientos negativos son la mejor manera de alimentar el lado oscuro. No es vida. No te deja ser feliz y, al final, pierdes vida y tiempo en algo que no te compensa para nada. Le costó aceptarlo pero cuando lo hizo, fue feliz.
ResponderEliminarUn beso enorme, Berta.
Mäg , estoy totalmente de acuerdo contigo. Vivimos una vez y nos merecemos poder disfrutar con la mente tranquila.
EliminarUn beso enorme también para ti.
Una buena historia que nos dice perfectamente que el propio rencor que nos nosotros tenemos hacia los demás no hace daño y, como se demuestra en el insistente que cambia el chip y comienza alejarse de todo eso, tu cuerpo y mente mejora. Muy bien contado con un ejemplo perfecto. Un besazo Berta.
ResponderEliminarCampi me alegra mucho que te haya gustado la historia. Cuantas personas se pasan la vida maquinando venganzas, sin darse cuenta que ese rencor se vuelve contra ellos mismos, amargándoles la vida y a los que están a su alrededor.
EliminarAbrazos y besos...
Hola Berta. Todavía no he subido mi relato, pero cuando lo haga veras que tenemos varias coincidencias en las historias que armamos. Al fin de cuentas, en esto de venganzas y perdones hay muy poco margen para la sanación si no es a través del olvido, o sea, del perdón. Un abrazo y muchas gracias por sumarte
ResponderEliminarMónica, las ideas no son exclusividad de nadie. Lo bonito es como cada uno las desarrolla y las pone en práctica.
EliminarPara mi una cosa es el perdón, y otra muy diferente el olvido. En un acto de asesinato a una persona emocionalmente muy cercana, yo creo que no sería capaz de perdonar al asesino, pero quizás si olvidarle...La cuestión es ponerse en el papel del asesino, y reconocer que cada uno somos un mundo y cada uno tiene un cerebro en las que sus neuronas funcionan normalmente o por el contrario de repente " salta una chispa" rompiendo todo el normal funcionamiento. Eso llegaría a entenderse. Algo así como: Nació así.
Bueno que me enrollo. Quedo pendiente de leer tu historia..
Un abrazo y gracias a ti por tu tiempo.
Una terapia muy apropiada para encontrar la sanación.
ResponderEliminarTracy al menos así lo veo yo. Gracias por pasar y dejar tu huella.
EliminarBesos y feliz día.
Olvidar no es voluntario, debe hacer falta practica. Un abrazo
ResponderEliminarEster, yo creo que sí es voluntario. Otra cosa es la capacidad de cada uno para tomar esa decisión. Como digo yo siempre: Cada uno de nosotros es un mundo aparte.
EliminarUn abrazo también para ti.
Muy bueno. Creo que si no se pudo perdonar, hay que olvidar lo que nos hirió, por salud mental, no sea que una madeja de vibraciones malas nos agarren, como le pasó al tipo :-) Pero hasta por fuera.
ResponderEliminarUn abrazo
Albada, exactamente . Debemos cuidar nuestra salud mental, aunque sea quizás , en ocasiones, para algunos un acto de egoísmo.
EliminarMe alegro que te haya gustado.
Un abrazo 💚
El rencor corroe a la persona que lo siente porque ese veneno se va agravando con el paso del tiempo, tal como le sucede a tu personaje. Hay que dejar ir, soltar esos sentimientos negativos que encadenan y sólo perjudican a quien los siente. Pero no, no estoy de acuerdo en que al perdonar se olvida o porque se olvida, se perdona. Uno puede muy bien recordar la afrenta y sin embargo perdonar.
ResponderEliminarUn abrazo, Berta
Myriam, estoy de acuerdo contigo.
EliminarEl perdonar no significa , olvido. Y el olvido no significa, perdonar.
Gracias por pasar y comentar.
Un abrazo querida Myriam.
Un tema siempre difícil porque en estos casos solemos escaparnos con que es algo de los demás; el rencor, el sentimiento de venganza leve o grave casi nunca están en primera persona, siempre son los otros los que los padecen y se buscan las soluciones y remedios para ellos. Ahora, si la mayoría (si yo) lee detenidamente a Ernesto y lo observa desde el plano externo y con perspectiva y se va reflejando poco a poco, entonces sí sería interesante que fuera probando esa terapia.
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo Berta y me ha hecho reflexionar, como has podido observar :)
Un abrazo libre de peso y estrés.
Luz un placer verte por mi rinconcito .
EliminarMe ha encantado tu reflexión, sobre un tema tan difícil y sin embargo siempre actual. La vida no es fácil, y para algunos , lamentablemente, demasiado difícil.
Yo también te envío un abrazo libre de estrés. 🙂✔
Há coisas que não conseguimos perdoar. São, quiçá, mais fortes que nós?
ResponderEliminarTodavia, esta situação não é boa, porque nos deixa uma marca profunda. Penso não nos podemos deixar vencer poe essa mágoa. Nada pode ser mais forte que nós! Os pensamentos negativos, agem negativamente sobre nós, nos fazem mal, nos inquietam. Talvez valha a pena perdoar. Perdoar é um gesto nobre que só nos engrandece!
Te dejo um abrazo, Berta!
Albino, gracias por pasar y comentar. ¡ La palabra perdonar es tan ambigua!
EliminarPerdonar una deuda; una ofensa, un error, una violación, un asesinato, etc.
Te dejo un abrazo también para ti, poeta.
Con medicos asi ¿Para que se necesita un psicólogo? Muy bueno, besos.
ResponderEliminarMolí me gusta tu comentario a modo de pregunta. Con pacientes como Ernesto los psicólogos lo tienen difícil.
EliminarGracias.😄 por pasar.
Un abrazo.
A veces conviene hacer un alto en el camino, ladear la espalda, y dejar caer ese pesado equipaje para la vida.
ResponderEliminarCabrónidas , exactamente es lo que deberíamos de hacer , tan pronto como notemos una pesada carga. Aligerar nuestra existencia.
EliminarSaludos.un placer verte por mi rinconcito.
¡Qué importante es pensar en uno mismo! Dedicarse tiempo para hacer hobbies, relajarse dando un paseo, hacer ejercicio, leer, conocer gente nueva... Y, sobre todo, saber perdonarse.
ResponderEliminarUn besazo, Berta
Dafne, pensar en uno mismo no siempre es sencillo. La vida nos lo pone difícil. Yo me apunto a la receta del médico que trató a Ernesto.
EliminarLo de saber perdonarse- no me queda demasiado claro-, ¿ de qué ?.
Un besazo también para tí Dafne, gracias por pasar.
No se puede vivir siempre con esos sentimientos negativos que oscurecen la vida y cercenan la felicidad. El orgullo y el rencor son muy malos, de los peores compañeros de viaje para una vida en la que puedas soñar con esa hierba fresca y todo lo demás que dibujas en el final del relato. La vida es la única que tenemos y la tranquilidad para vivirla no tiene precio.
ResponderEliminarParece ser,que el médico lo conocia más que él mismo.
Me ha gustado.
Un abrazo.
José Luís como tú comentas, vivir así es una tortura, encandenados a cadenas invisibles pero a la vez impidendo seer libres de espíritu.
EliminarDesde luego con un médico como el de Ernesto, cuantos espiritus lograrían la felicidad.
Me gusta que te haya gustado.
Un abrazo.
Berta, gran relato, amiga. La mente y sus pensamientos fluyen por el organismo contribuyendo a su salud o a su enfermedad, es cierto. Te felicito por el detallismo y claridad que has mostrado en el tema, lo hiciste con generosidad y entrega de tal manera, que vimos y sentimos el malestar de Ernesto. Es importante cuidar la mente y el corazón, todo lo positivo nos da vida, optimismo y paz y lo negativo todo lo contrario.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo entrañable por tu visita y tu buen tema,Berta.
María Jesús, agradezco muchísimo tus palabras. Cuidemos la mente y nuestro corazón nos lo agradecerá.
EliminarPor cierto , es verdad que hacia tiempo que no te visitaba, pero no siempre se puede visitar a todo el mundo.
Un abrazo y continuemos imaginando historias.
QUÉ FUERTE... PERO EN EL FONDO, YO CREO QUE SI ES VERDAD, QUE TODAS LAS ENFERMEDADES, VIENEN DE DESEOS DE VENGANZA Y ODIO.. DE NO PERDONAR. PERO DE ALGO HAY QUE MORIR TAMBIÉN.
ResponderEliminarPARA QUÉ LA ETERNIDAD, SI ESTA TE SIGUE HACIENDO DAÑO?.
Gustab, me has hecho recordar a mi abuelo paterno. El era un fumador empedernido y cuando le reñíamos por ello, siempre contestaba: De algo hay que morir.
EliminarYa ves, enfermar de espíritu, y morirse por ello; cuanta tristeza.
Un abrazo y feliz tarde .Un gusto tu visita.
Yo coincido contigo en lo de perdonarse, no entiendo de qué. Discrepo contigo en que la solución sea ir al médico que te diga lo que le dijo a Ernesto, y el haga el resto, y ya está. No me parece que sea tan fácil. Veo más factible lo del olvido. Borrar de tu vida a quien no te respondió cuando debía, o te agravió. Pero sin volver a pensar más. Tengo la duda de si por casualidad, te cruzas por la calle a alguien que has borrado, debes saludarlo.
ResponderEliminarQué nueras nos atraviesan el cerebro, eh?
Negras, quería decir, eh?
EliminarBesosss Berta, me alegro de que te reincorpore a todo tren.
Gabilante, exacto, yo personalmente no tengo nada que perdonarme.
EliminarDesde luego que no todos los casos se resuelven simplemente con la visita de un médico. La iniciativa tiene que surgir de la persona que sufre ese tipo de problemas emocionales. Como yo no soy médico, tampoco voy a dar aquí lecciones a nadie. Ahora bien si a mi me llegaran a superar los estados anímicos ciertas historias de rencores y venganzas me gustaría tener a mi lado al médco de Ernesto.
Jolín, que me estoy enrrollando sin freno. jajaja.
Por cierto a mi si me borras de tus contactos , te buscaré por este Internet de mis amores, y te encontraré...simplemente para preguntarte: ¿ como te va la vida amigo?
Un abrazo Gabilante.
¡Qué divina sensación de paz deja tu relato! No podía estar mejor expresada la idea del perdón. La salud física y anímica del protagonista dependían de ello.
ResponderEliminarMuy, muy bueno, atrapa el desarrollo y envuelve con su sabiduría la conclusión.
Un abrazo grande :)
Volarela guapiña, me da también mucha alegría conocer tu opinión. Yo personalmente cuido mucho mi estado anímico, mi mejor terapia, escribir y compartirlo.
EliminarUn abrazo enorme también para ti.
El rencor no es un buen aliado, la prueba está en la angustia que sufría Ernesto, lo mejor es dejarlo a un lado, porque no nos podemos alimentar con sentimientos negativos. Y es que la salud se cura desechando lo malo.
ResponderEliminarMe ha gustado tu relato, Berta, un placer leerte.
Besos.
María poeta, gracias por leerme. Si además te ha gustado, que más puedo pedir.
EliminarUn abrazo envuelto con sentimientos positivos..
Un placer entrar en tu blog y leer tus relatos. Un abrazo, Berta.
ResponderEliminarSor Austringiliana, que alegría me has dado con tu visita a mi rincón de pensar. Una satisfacción enorme por saber que lees mis relatos.
EliminarUn abrazo también para ti querida M.A.
Los rencores son negativos para nuestra alma, me ha encantado tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Dakota totalmente de acuerdo contigo. Un gusto saber que te ha gustado.
EliminarUn abrazo también para tí 🌞🌞
Totalmente de acuerdo, perdonar es necesario pero olvidar es un recurso de nuestro cerebro para poder seguir avanzando.
ResponderEliminarUn placer leerte
Beso
Charly , qué poderoso es el cerebro . y es ¡ tan desconocido!
EliminarUn placer verte por mi rinconcito.
Besos
A veces me pregunto si aquellos que nos hicieron daño merecen de nuestro dolor, seguramente no. Estupenda medicina la que nos propones en tu relato, la de poner nuestros objetivos en la medida que nos es posible en nuestros propios sueños, los mejores, allí donde cada uno de nosotros encuentra la belleza. Siempre un placer leerte. Besos
ResponderEliminarEsther lo peor de todo es que a los que nos hacen daño les importa nada de nada nuestro dolor.
EliminarUn placer que pases y leas lo que escribo.
Besos también para ti.