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©Berta Martín de la Parte- Imagen creada con IA. |
Es como si estuviera muerta.
No, no muerta de verdad… Pero tampoco viva.
Estoy aquí, ¿lo ves? Me muevo, hablo lo justo, sonrío cuando toca. Nadie sospecha.
Por fuera, soy impecable. Intacta. Como una casa recién pintada con las ventanas cerradas.
Pero por dentro... por dentro es otra historia.
Hay una tormenta sin relámpagos.
Sentimientos que no se gritan, que no se lloran, que no se explican.
Están todos ahí, escondidos.
Pegados a las paredes de mis órganos, infiltrándose en cada célula,
como una humedad que no se ve pero que lo pudre todo.
A veces creo que si alguien me tocara el pecho, solo un segundo,
sentiría el eco de un grito contenido.
Una explosión detenida justo antes del estallido.
Pero nadie toca.
Nadie pregunta.
Y yo… no sé cómo empezar a hablar de algo que ya no tiene palabras.
Así que sigo.
Me levanto. Me ducho. Me maquillo el silencio.
Y salgo a la calle como si nada.
Como si no estuviera muerta.
Como si no supiera que en cualquier momento, sin avisar,
podría volver a sentir…
y eso,
eso es lo que más me asusta.
Fin
Derechos de autor: Berta Martín de la Parte
Saludos para tod@s.
Seamos felices.
Sin palabras Berta, hermoso poema. Un abrazo enorme 💚💚💚
ResponderEliminarEs importante el estar y el continuar. Sentir la ondulación de la vida.
ResponderEliminarSalud