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¡ Caricias!
Las zapatillas de estar en casa son algo así como algo imprescindible en nuestra vida cotidiana. ..siempre están dispuestas a cargar con nuestras emociones.
Pero antes de continuar voy a presentarme. Yo formo parte de un par de zapatillas para estar en casa , concretamente las de mi dueño Peter. Yo la que escribe soy la del pie derecho , y como compañera inseparable está la del pie izquierdo. En realidad la relación entre las dos es de una gran armonía, aunque como buena pareja que se tercie, somos bastantes diferentes , sobre todo en cuestiones de fijarse en los mínimos detalles. Por ello, como yo soy más observadora y más sensible que mi compañera; seré la encargada de contarles este breve escrito. Uno de tantos sucesos ocurridos a mi dueño, aunque les confieso que este es uno muy especial.
Peter es un hombre de mediana edad, curtido por los avatares de la vida, en su caso bastantes. Es un hombre con suerte, todo le sale bien. Emprende un negocio y le llueven las ofertas de interesados en invertir y participar de sus éxitos. En una etapa de su vida decidió escribir un cuento para niños, basado en uno de sus sueños infantiles, y ¡ como no! fue todo un éxito. Compone música para cantantes y músicos famosos. Se codea con la flor y la nata de la sociedad del país , y por añadidura forma parte del conglomerado artístico internacional. Las mujeres rubias, morenas, pelirrojas , de pelo liso o rizado, se lo rifan, tengo que reconocer que él es un hombre muy atractivo…Si yo, la zapatilla del pie derecho les contara, se quedarían ustedes con la boca abierta de admiración y de envidia. Lo que yo he visto pasar en este dormitorio daría para escribir no solamente un libro, sino una enciclopedia al menos de veinte volúmenes Mi compañera la zapatilla del pie izquierdo, en muchas ocasiones se ha quedado paralizada por la emoción emitida en las demostraciones de pasión . Nuestro dueño es una joya en las artes amatorias.
Y ahora hechas las presentaciones continúo:
El reloj marca las nueve de la mañana de un nuevo día. Peter se estira en la cama. Yo me doy cuenta del movimiento , soy un testigo mudo. Le escucho bostezar, murmura algo para mi intangible. y como cada mañana , también tose ruidosamente , algo muy habitual y hoy no iba a ser menos; desde que cumplió los dieciséis años no ha parado de fumar. Y así le va a mi dueño.
Peter ya incorporado sobre el colchón , y todavía con los ojos medio cerrados, mueve sus pies de izquierda a derecha en nuestra búsqueda. Tiene algunos vagos recuerdos de lo sucedido la noche anterior, cuando al traspasar el quicio de la puerta del dormitorio, nos lanzó al aire; yo la zapatilla del pie derecho acabé encima de la colcha , mientras que la del pie izquierdo resbaló a causa del lanzamiento yendo a terminar el día debajo de la cama. Peter llegó a casa borracho como una cuba, después de varios intentos consiguió introducir la llave en la cerradura de la puerta de entrada a la vivienda. Cuando entró se tambaleaba de un lado a otro; con bastante esfuerzo consiguió dar con el interruptor de la luz; y al verle yo y mi pareja nos echamos a reír, él estaba en tal estado de embriaguez, que hasta nos pareció una escena muy graciosa...Pero nosotras nos dimos cuenta de algo; su gesto no era el habitual en él en casos etílicos como ese, vimos como unas lágrimas se le deslizaban por las mejillas. Al principio pensamos que era por el exceso de alcohol tomado, que se le estaba saliendo a modo de lágrimas por los ojos. Pero cuando una de las gotas acuosas se deslizó, resbalando y cayendo sobre mí , pude paladear su sabor, y entonces sentí temor , sabía a sal. Era una lágrima auténtica. Con un movimiento de zapatilla puse sobre aviso a mi compañera; ella me entendió a la primera. Nos quedamos a la espera… Algo inusual le debía de haber sucedido, porque olía a tabaco y bebidas alcohólicas pero esa noche curiosamente le eché en falta el olor sensual de mujer.
Peter ya en el cuarto de baño, abre el grifo de la ducha, y dejándose acariciar por el agua caliente de la rutina matinal, rememora con todo detalle la última tarde:
Se vio participando en un cóctel con otros invitados , en la inauguración de una exposición de pinturas. El tema de la exposición era La Mujer.. Él vestía como siempre impecable, no es que vistiera con un smoking , pero el pantalón vaquero ajustado , la camisa blanca, y como único adorno el pelo un poco engominado, le daban un toque arrebatador, incrementándose con su caminar dejando huellas invisibles de sus mocasines de piel color camel.
Paseándose de un lado para otro por la sala, saludaba, le presentaban, le ofrecían una copa de champán , se manchaba los dedos un par de veces con los deliciosos canapés; en realidad lo estaba pasando muy bien. Peter estaba recorriendo la muestra de los cuadros, cuando de pronto se quedó con la mirada fija en la imagen que uno de ellos representaba.
Era la imagen de una mujer joven, le recordó a su madre. El pintor la había representado tal como Peter la recordaba. Joven, hermosa, de ojos verdes, la melena ensortijada que la llegaba a la altura de los hombros, enmarcando su rostro .
¡ Mamá , donde estás !- exclamó Peter calladamente.
Peter se sintió derrotado. Vencido de nuevo, otra vez, repitiéndose el sentimiento de soledad y tristeza que creía tener dominado. Habían tenido que transcurrir un par de décadas, para que lograra superar el divorcio de sus padres con la consiguiente desaparición de su vida, del ser que él más quería, su madre. Se marchó y no volvió a verla nunca más.
¡ Ella se llevó las caricias y los besos. Muestras de afecto maternales que a Peter nunca le rozaron. !
Después de la ducha, Peter , a la vez que secaba con una toalla su cuerpo, se contempló en el espejo semi empañado del cuarto de baño. Con el dedo corazón de la mano derecha, dibujó dos palabras:
¿Por qué?
Arrastrando los pies calzados con las zapatillas,
salió al pasillo,
sintiéndose más niño que nunca.
Final.
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© Berta Martín de la Parte
Relato para la convocatoria de jueves 10- 02-2022, " La belleza de lo Cotidiano" organizado por Molí del Canyer
Una historia/relato magnífica, le has dado voz a las zapatillas fieles compañeras y me ha encantado leer sus cuitas. Un abrazo
ResponderEliminarEster,
EliminarTodavía tengo que pulir un poco el texto. Lo iré haciendo durante la semana.
Gracias por pasar y leerlo.
Un abrazo y feliz tarde de martes.
\m/ Berta \m/... Abrazos de Martes
ResponderEliminarChante Noir,
EliminarAbrazos de Martes recibidos.
Que el resto de la semana te sea propicia...💚💚💚💚💚
DECRETO !!!!!! ... para Ti también
EliminarNos has dejado toda un sinfonía de las zapatillas, como son ellas, ajajja, un poco cotillas, proclamando a los cuatro vientos la vida de su dueño y señor jaja. Genial no puedo decir nada más. Bueno si, pero no nos vamos a extender. Zarzosos Berta, dar vida a objetos inanimados es una labor fabulosa.
ResponderEliminarCampirela,
EliminarSí, tiene su tela marinera, el crear un texto teniendo como protagonistas a un par de zapatillas caseras...Qué sería de mi sin ellas, cuando llego a casa y me las calzo...
Un abrazo guapísima, 💛🌹
Magnífica y original historia, y con un trasfondo emotivo. La percepción de unas zapatillas que son testigo y de uso diario de aquel que las viste.
ResponderEliminarLo recuerdos y la añoranza, forman parte de esas cosas cotidianas con las que lidiamos, y que no dejan de ser hermosas en su esencia.
Un placer leerte, Berta.
Un abrazo, y feliz noche 💙
Ginebra,
EliminarGracias me alegro que leyendo esta historia, hayas pasado un buen rato.
Un placer tenerte como lectora.
Un abrazo y feliz tarde de miércoles.
¡¡Qué original!! Nunca había leído un texto narrado por unas zapatillas, me ha encantado.
ResponderEliminarBesitos.
Noelia,
EliminarSon tontunas que se me ocurren ! me alegra que te haya hecho pasar un rato de entretenimiento.
Besos también para ti.
Si nuestras vestimentas hablasen... un relato con mucho sentimiento. Impecable como siempre.
ResponderEliminarBss
Sylvia
EliminarGracias.😄 por pasar y leer el relato.
Las cosas esos objetos que nos acompañan. Como tú muy bien dices:si ellas hablasen !
Un abrazo.😄
Aunque crezcan y se hagan adultos, esa sensación de perdida y nostalgia nunca se olvida del todo. Siempre pierden loa hijos en estos casos y en algunos momentos se vuelven a hacer niños desamparados.
ResponderEliminarUn placer leerte
Beso
Charly,
EliminarQue bien has entendido el relato. Agradecida por tu comentario.
Un placer verte por mi rinconcito.
Beso también para ti.
asi es Berta, aunque sea lo más tirado aunque se arrastren tienen vida si les ponemos sentimientos y se expresan desde la sencillez. Un abrazo
ResponderEliminarRodolfo,
EliminarLas zapatillas nos dan calor, y nos hacen sentir bien.
Gracias por tu visita.
Un abrazo.
Magnífico relato que, a través de unas zapatillas humanizadas nos cuentan una historia muy humana y emotiva. Ni el éxito ni el tiempo pueden hacer que se olvide a esa madre siempre en los recuerdos.
ResponderEliminarBesos.
José Luis,
EliminarLas madres e hijos , aunque se alejen físicamente , permanecen siempre unidos por el hilo rojo del que nos hablan las leyendas orientales.
Un gusto leer tu comentario. Gracias por pasar y dejar tu huella.
Un abrazo.
Has personalizado a las zapatillas de estar en casa y ha sido una buena idea porque ellas mejor que nadie saben de nuestras derrotas y de nuestros éxitos.
ResponderEliminarMuy original.
Tracy,
Eliminartodo está conectado en el universo...de ello estoy totalmente convencida.
Un abrazo y buen fin de semana.
Los dolores más grandes pueden reaparecer sin aviso, cuando menos uno lo espera. Pero hay que enfrentarlos. No hay dudas. Un abrazo
ResponderEliminarMónica,
EliminarCierto es lo que comentas. Al fin y al cabo , la vida es una lucha diaria; para algunos demasiado triste.
Un abrazo y encantada de verte por mi rinconcito de pensar.
Feliz fin de semana.😘
Jobar, con lo divertido que comenzó todo, ahí estaba disfrutando de la gracia y el del desparpajo de la zapatilla derecha, leyendo sus agudas observaciones sobre el artista y como casi sin darme cuenta al hombre se le ha torcido todo. Esa pintura le ha devuelto al trauma. Me encantan tus relatos y tus personajes, como siempre tan originales.
ResponderEliminarBesos, Berta, y hasta pronto ;-)))
Esther de mis amores.
EliminarLa vida es un divertimento, pero no en cada instante, detrás del telón para muchos se oculta la realidad .
Ya sabes como soy, tan original que me rompo jajaja💛 verdaderamente me considero un bicho raro...pero es lo que hay.
Un abrazo y sí nos vemos.
Es un texto finísimo, te felicito. Dar voz a los objetos es como dar continuidad a nuestra existencia.
ResponderEliminarUn abrazo
Francesc Cornadó
Francesc,
EliminarEres muy amable.
Muchas gracias y feliz tarde de domingo.
Y es que a veces el derroche de alegría esconde tintes de infelicidad. Muy buen relato, original por quien lo narra. Gracias por sumarte, besos.
ResponderEliminarMolí,
EliminarGracias a ti por organizar y administrar tan bien a todos los participantes y lectores en general.
Un abrazo y feliz tarde de domingo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarParece mentira pero como no querer a las zapatillas cuando nos dejan los pies tan relajados, si es que es un alivio.
ResponderEliminarVaya una oda que has hecho a las zapatillas, qué original tu relato, Berta, eres muy ingeniosa, te felicito.
Besos enormes.
María,
EliminarAdoro mis zapatillas, son como un remanso de paz.
Gracias por pasar y dejar tu huella.
Besos enormes también para ti. Feliz tarde de domingo.
yo lasllamo chinelas es el nombre que se da en la argentina Tengo varios pares y es la mejor manera de mantener sanamente el piso de un lugar Hermoso texto
ResponderEliminarGenial entrada escribes tan bien que no puedo creerlo saludos desde el frio de Miami