miércoles, 2 de febrero de 2022

Syringa

                                                                            

Imagen/ Internet

Syringa


     Vera abrió las ventanas del salón de par en par.  Después de mantenerlas cerradas durante el  día,  en  que los rayos del sol primaveral estuvieron jugando con el polvo microscópico que flotaba en el aire, encendiendo  el ambiente con un calor desacostumbrado en esas fechas. Con un gesto  coqueto, ella se recogió el cabello en una coleta. Últimamente no tenía ganas de ir a la peluquería. Se preguntaba desde hace un par de meses, ¿ para qué?. Se quedó inmóvil , mirando hacia el espacio exterior, contemplando como la noche se adueñaba de los campos; inventando nuevos colores con las luces y las sombras. Esa noche amenazaba tormenta, y la luna llena no luciría para deleitar las miradas de los insomnes. Quedaría oculta , suspendida entre los oscuros  nubarrones . Simplemente al acecho.


    El aroma de las lilas blancas ascendió hasta Vera, trepando  por la fachada de ladrillos rojos. Cuánto había crecido, de un pequeño arbusto, ya  se había convertido en un árbol espectacular.  Ella se dejó abrazar por su suave fragancia , delicadamente fresca, de las flores recién florecidas . El efecto fue inmediato, como si la fragancia floral la dominara como una droga, se  sintió regresar a aquel día de primavera , tan lejano y a la vez tan cercano, el cual  comenzó exuberante y terminó en algo inesperado. 


- Madre, tengo que darme prisa. He quedado con mis amigos, Francisco y Laura en la Facultad de Económicas. Hoy habrá un recital del cantautor Raimon. Llevaremos pancartas reivindicativas, y banderas revolucionarias. 


- Lorenzo, hijo, ten mucho cuidado, ya sabes que a la policía , la tenéis muy encabronada.


- No te preocupes madre. Ellos creen que nos van a cerrar la boca, pero vamos a impedirlo.  Dile a padre , cuando regrese del trabajo, que todo estará bien. Ya os contaré como ha ido todo mañana, no me esperéis levantados. Por cierto madre, no te olvides de regar el Syringa. Al principio necesita mucha agua.


Pero Vera - aquella tarde - después de ver las noticias en la televisión; sí se quedó levantada. 

Las imágenes tan grises. Las carreras de los estudiantes y los trabajadores , perseguidos por las calles por la policía, - ¡ Hijo, no deberías haber ido! , gritó calladamente-  


Era primavera, pero como si fuera en un crudo invierno, Vera sintió muchísimo frío. El pijama de franela y la bata de estar en casa, no le proporcionaba el suficiente calor. Sin embargo se quedó allí, en el salón, mirando a través de los cristales, contemplando como la luna llena iluminaba los campos; esa noche no habría tormenta, a no ser contra la que Vera luchaba,.. Esa noche ella todavía no lo sabía. Esa noche no caerían gotas de lluvia, simplemente se deslizarían por sus mejillas lágrimas de impotencia, de mucho dolor, de desamparo. 


 El reloj marcaba las cuatro de la madrugada, cuando el teléfono sonó. Vera se despertó sobresaltada del duermevela en el que se había dejado atrapar...Su marido también se levantó y saliendo del dormitorio , preguntó:


- ¿ Donde está Lorenzo?- ¿ No ha regresado todavía?...


Entonces todo sucedió muy rápido, demasiado rápido. Vera atendió la llamada con la función altavoz, para que su marido también pudiera escuchar. Fue como algo irreal. La oscuridad pudo más que la claridad del amanecer, que ya se vislumbraba. 


- ¿ Familia González ? 

- Sí-¿  quién llama?.

-  Lamentamos comunicarle que su hijo , después de sufrir un atropello de coche,  ha sido trasladado a nuestro hospital. ¡ No pudimos hacer nada por él! .


Vera , aturdida , miró a su marido. Se le antojó un ser desvaído, vencido, difuminado tras el velo acuoso de sus ojos...Se ajustó las zapatillas de estar en casa, y  dirigió sus pasos hacia la cocina… Cariño consiguió pronunciar su marido: ¿ A donde vas?..


- Tengo que regar el Syringa. Se lo prometí a nuestro hijo. - contestó Vera.


Y como un viento huracanado ,

enmudeciendo las almas, 

 el silencio se instaló entre aquellas paredes;

 Llegó de repente, 

para quedarse para siempre.


. Siempre quedará la huella del dolor, aunque continúe pasando el tiempo. 


Posdata: Syringa es un género de plantas fanerógamas de la familia Oleácea, conocidas vulgarmente como lilas. 


Fin

Derechos de autor: Berta Martín de la Parte.


Relato para la convocatoria de jueves, tema Primavera , organizada por Dorotea




35 comentarios:

  1. Oh... a veces me hacéis llorar (no es nada malo, es que escribís muy bien las sensaciones...) no imagino nada peor para una madre.
    Bss

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    1. Sylvia,
      Gracias por pasar y dejar tu huella.
      Yo también soy madre, y no imagino nada peor que la pérdida de un hijo.
      Feliz fin de semana , abrazos y besos.

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  2. Un triste relato donde no hay mas penoso que la muerte de un hijo.
    La vida debe continuar aunque en ella ya jamás será lo mismo.
    Te felicito llegaste con él al corazón.
    Un abrazo.

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    1. Campirela,
      si te llegó el relato al corazón, que más puedo pedir?

      Gracias por pasar y dejar tu dulce huella.
      Un abrazo y feliz fin de semana.

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  3. Una pérdida irreparable que lleva a un acto mecánico de defensa, cumplir con su última voluntad: regar las lilas.
    Muy emotivo.
    Bss.

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    1. Alfred,
      Gracias por tu comentario.
      Las emociones ocultas que muchos sufren en soledad.

      Besos también para ti.

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  4. Triste, duele pienso en personas que conozco y lo han sufrido. Un abrazo

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    1. Ester,

      No estés triste. La vida no siempre es justa.
      Gracias por pasar por mi rinconcito.
      Un abrazo guapísima.
      Feliz fin de semana.

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  5. Qué escrito tan bonito y tan triste, se presiente la pérdida desde el principio y eso lo hace especialmente atractivo.
    Un abrazo.

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    1. Noelia,
      basándome en tu comentario, añado: la tristeza nos hace más sensibles, y a veces - por suerte- es amable permitiendo no olvidarnos de la belleza que nos rodea.

      Gracias por pasar a dejar tu comentario.

      Un abrazo y buen fin de semana.

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  6. Tremendo y duro… Y así como cierras el relato, son huellas indelebles que el tiempo no consigue borrar…
    Narrado con belleza, nostalgia y sensibilidad…

    Un abrazo grande 💙

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    1. Ginebra,

      Al menos intenté narrarlo con los tres adjetivos que mencionas...

      Muchas gracias por dedicarme un ratito de tu tiempo.

      Abrazos y besos.

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  7. Un relato emotivo y triste, a la vez que bueno, sobre un recuerdo fatal que vas intercalando con ese presente en el cual se funde y confunde y esa syringa que hay que regar para aliviar el dolor.
    Un abrazo.

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    1. José Luis,

      Un abrazo también para ti, y continuemos creando historias.

      Gracias por pasar y dejar tu huella.😊

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  8. Triste, bello y emotivo, me quedo sin palabras, besos.

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    1. Molí,

      Yo te dedico con todo cariño dos palabras: Un abrazo 😘💚✔

      Buen fin de semana.

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  9. Ufff dura historia que golpea en lo más hondo. Muy triste y doloroso. Imposible de superar. Un abrazo

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    1. Monica,

      Opino como tú: La muerte de un hijo debe ser imposible de superar.

      Un abrazo y feliz fin de semana.💚

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  10. Me encantan las lilas moradas. Dicen que las flores representan parte de nuestra alma. La última voluntad será un recuerdo imborrable que mantendrá vivo mientras florezcan las lilas.
    Un beso enorme,

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    1. Mäg,

      Hay una frase muy conocida, que dice: Las flores son la sonrisa de la Tierra.

      Un beso enorme , acompañado por un ramo de flores.🌹🌹🌹🌹🌹

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  11. hermoso todo lo que has escrito, mantuvo en mi mente el olor de las lilas y la pureza de su blancura, el resto para mi estaba en segundo plano en tu historia. Hiciste protagonista la belleza perdurable Un abrazo

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    1. Rodolfo,

      Gracias, me alegra que te haya gustado. La belleza de las flores, es una buena terapia contra la tristeza.

      Un abrazo y agradecida por tu visita.

      Feliz fin de semana.

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  12. Tremendo y trágico relato, donde los olores y el dolor jamás desaparecerá de sus vidas.
    Un placer leerte
    Beso

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    1. Charly,
      Muy agradecida por tu visita. Eres un cielo.

      Beso de domingo.

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  13. Un relato muy bueno, Berta.
    Describes muy bien el mundo de las sensaciones y los afectos.
    La Syringa será el lazo de unión entre madre e hijo, después de la tragedia.
    ¡Me encantan las lilas!
    Un abrazo inmenso.

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    1. Me sonrío. Nos hemos cruzado en el mundo virtual. Ahora mismo te dejé un comentario en tu blog.
      Un abrazo.😄 querida amiga.

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  14. Triste, hermoso al estar envuelto en aquella frangancia de lilas, intenso y con un cierre perfecto.

    "Y como un viento huracanado ,

    enmudeciendo las almas,

    el silencio se instaló entre aquellas paredes;"
    También destaco la naturalidad con la que narras, que lo hace visible, cotidiano, muy cercano el relato.

    Un abrazo :)

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    1. Volarela,

      Feliz semana, poetisa.

      Gracias por pasar y dejar tu huella.

      Un abrazo.

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  15. Un relato muy conmovedor. Precioso

    Un beso desde Plegarias en la Noche

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    1. Tiffany,
      Historias tristes, con la pérdida repentina de un hijo...Seguro que hay muchísimas historias parecidas, que todavía están por escribir.

      Un beso también para ti, y feliz semana.

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  16. Madre ia, esa llamada la tengo clavada en los timpanos. Ocurrio con un familiar muy allegado. Y es horrible. He sentido tu escrito como real. Está muy bien logrado Berta. Te felicito.

    Un abrazo.

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    1. Maria,
      La realidad en muchos casos, supera a la ficción.
      Gracias María por pasar y dejar tu huella,
      Un abrazo artista.💛🌹

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  17. Al regar buscó su sombra entre las lilas... pero ya no estaban, sólo su aroma le decía, que lo que acababa de escuchar era como esas flores que habían desaparecido.
    Las lilas siguieron floreciendo, pero ella ya no tenía ojos para verlas....

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    1. Gustab,

      Gracias por pasar y dejar tu huella. Un comentario encantador. 💛

      Besos

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